Presentando una vida

Narrar la propia vida no es tarea sencilla para nadie, menos aún para quienes somos simples escribidores y no de oficio. Como sea, la tarea está puesta sobre la mesa y debe ser enfrentada sin más peros.

He decidido así, puesto que es mi propia historia la que narraré, dividir cada etapa de ésta, mi vida, en base a hitos que marcaron mi existencia. Decidí además, titular esta historia con éste nombre: De la inconsciencia a la soledad.

De la inconsciencia porque al nacer no tenemos noción de quienes somos, dónde estamos o quienes nos rodean. A la soledad, porque el camino que transitamos es —en mi caso— casi siempre solitario.